Lo he tenido presente siempre, la filosofía del romanticismo es la que impera en cualquier movimiento folklórico actualmente desde la explosión de esta moda. Mezclada con otros aspectos sociales han dado como resultado la implantación en el imaginario popular la idea de que sólo es tradición o folklore lo que se hacía “antiguamente”, o dicho de otra forma, sólo es válido el copiado de estilos que hacía “tal o cual” persona. “Esta melodía la cantaba…”, “esta mudanza la reproducía…”, “en este tono lo cantaba…”, ¿y tú forma de cantar?, ¿tu forma particular de tocar?, ¿tu forma personal de bailar?.
Siendo necesaria esta vertiente, primordial diría yo, sólo nos hemos centrado en ella, lo que ha conllevado un parón de la propia esencia de evolución natural de estos ambientes festivos. El conocimiento de los códigos tradicionales se consigue practicando y estudiando los estilos históricos, es obvio, pero necesitamos quitarnos la caraja y ver como normal el que bajo esos códigos tradicionales se vayan creando nuevas melodías, nuevas tonalidades, nuevas mudanzas o nuevos toques. Ni más ni menos que como se ha hecho siempre en los ambientes que pretendemos conservar y disfrutar sin tanta comida de cabeza.
¿Un grupo escénico copiando a una cuadrilla?, ¿para qué?, para realizar esa música o ese baile ya están ellos, y como lo hacen es algo inimitable y personal. ¿Una cuadrilla copiando la filosofía de los grupos escénicos?, ¿para qué?, si para eso ya están ellos. Cada uno tiene su espacio y lugar, ¡y no!, no todo es lo mismo.
Que un grupo escénico tenga todo un repertorio creado bajo códigos tradicionales para su puesta en escena me parece lo más normal del mundo, sin tener que reproducir literalmente piezas históricas de cuadrillas, que en muchos casos son producto de la imaginación e interpretación de una persona a la hora de su reconstrucción (ni que decir tiene que hay casos donde la propia Sección Femenina y su filosofía tiene mucho que ver en dichos repertorios), y más importante, sin tener que oír explicaciones sin sentido de lo que se pretende representar. Pero aquí viene un gran problema, el desconocimiento de los códigos, estructuras o costumbres tradicionales de estas manifestaciones festivas impiden conformar creaciones con un respeto hacia estos géneros patrimoniales que conocemos por tradicionales, lo que da lugar a pretendidos repertorios representativos. ¡No hay necesidad!.
Igualmente, el movimiento cuadrillero, salvando honrosas excepciones, va convirtiéndose progresivamente en una copia de estos, practicando la misma filosofía de escena y limitándose al repertorio histórico, sin ningún tipo de nueva creación bajo unos códigos que se supone deben dominar.
Se echa mucho de menos en estas manifestaciones cuadrilleras la espontaneidad de la creación, de la fiesta, de los corros, de los ratos después de las actuaciones (totalmente prescindibles) donde surge la magia del sentido originario completamente contemporáneo.
Estos movimientos (tanto unos como los otros) han asumido, no sé si inconscientemente o por comodidad, la propiedad identitaria de unas manifestaciones que nunca han tenido fronteras, tan común en el desarrollo romántico de las agrupaciones de Sección Femenina en su momento (mantener, conservar y divulgar), olvidando el proceso natural de evolución de los ambientes naturales. Casi todo es representación, lo que hace perder el sentido del ritual ancestral y sobre todo su propia evolución contemporánea.
Por lo tanto, es primordial “lo histórico”, sin duda, debe quedar como base de conocimiento y ser reproducido o mostrado fielmente en el caso de hacerlo, pero también es fundamental que no quede como una manifestación muerta propia de museo enfocado solo a la representación, sino potenciar la creación en el ambiente natural para que su evolución y viveza siga su proceso.
¿Que saldrán cosas mal y se verán barbaridades?, siempre las ha habido, las hay y las habrá, incluidos en los abanderados de estos movimientos, es irremediable, pero al igual que sabes distinguir los coches buenos y los malos…
Miguel Ángel Montesinos Sánchez (Febrero – 2021)
(Serie completa de post de La Murcia folklórica y folklorista en el siglo XXI)